talleres reparacionesLos automóviles están incorporando más tecnología, cada vez son más complejos, y este incremento de tecnología está provocando que los costes de las reparaciones sean por tanto más elevados.

La incorporación de los sistemas de asistencia al conductor (ADAS), la sensorización de los vehículos, ya prácticamente viene de serie en la mayoría de los automóviles.  Por un lado, el vehículo es mucho más seguro, pero por otro las reparaciones son evidentemente más caras. Como ejemplo, reparar los sensores de aparcamiento puede suponer unos 120 euros de media; las cámaras suben hasta los 500 euros y los sensores de proximidad se disparan hasta los 800 euros. Además, no solo las piezas se encarecen. También aumenta el tiempo que hay que dedicar a las reparaciones encareciendo significativamente la factura final que deben pagar o clientes o compañías de seguros.

Según un estudio de GT Motive el incremento de media se sitúa en un 14%. De cara al futuro,se confía en que estos incrementos se moderan en consonancia con el abaratamiento de una tecnología más generalizada.

Percepción desde las compañías

Desde las compañías, según la encuesta, hay una cierta percepción de que el coste de las reparaciones efectivamente está aumentado. Sin embargo, hasta la fecha solo el 20% confiesa que ya tienen en cuenta esta variable en sus cotizaciones. Un 53% declara que están en proceso de incorporarla.

Hay reparaciones que pueden subir incluso un 50%.

El reto para las compañías pasa, por ver cómo podemos gestionar estos incrementos. En el entorno actual una subida de primas «es más dificil, por lo que hay que hay que poner el foco en los costes de las reparaciones.

Por parte de los clientes, un 60% no es consciente de estos cambios todavía; y por ahora solo un 26,7% considera que su vehículo necesita un taller especializado y que esto podría a la larga influir en el precio final de su póliza.

La incorporación de la tecnología a los vehículos va a cambiar el mundo de la reparación, y en plazos muy cortos. Hasta ahora cualquier taller podía reparar casi cualquier vehículo. La aseguradora buscaba el más cercano «nos movíamos por el código postal». A partir de ahora habrá que unir qué tipo de vehículo tenemos, qué tipo de siniestro sufre y qué tipo de taller le hará falta.

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