Se acerca el verano y, con él, los festivales de música más importantes de nuestro país. Nadie duda de que están en auge y que, prácticamente todos ellos, se desarrollan año tras año con total normalidad. Parte de su éxito se la deben al sector asegurador, auténtico guardián de estos espectáculos y salvaguarda de promotores y organizadores.
En el número de junio de Aseguranza, se ha profundizado en el aseguramiento de los festivales musicales, haciendo hincapié en los múltiples riesgos a los que se enfrentan promotores y organizadores, sus consecuencias y los principales productos existentes en el mercado para que estén bien protegidos, como el seguro de RC, cancelación –también denominado de contingencias o pérdidas pecuniarias− y ciber. También se han analizado los siniestros más frecuentes, como son los daños al recinto, lesiones del público y cancelaciones por climatología adversa o incomparecencia de artistas.